El amor no se muere nunca

         

El amor no se olvida ni se apaga jamás, siempre nace a cada instante con cada soplo de aire que se escapa en un suspiro, siempre renacerá aún cuando no haya lugar, aún cuando no haya un horizonte cercano, aún cuando cansados bajo el peso de la tarde nos entreguemos a oír los pájaros tan sólo, 

El cielo que vemos hoy es el mismo que brilló hace miles de años y sin embargo no es igual, porque los ojos que lo ven siempre son nuevos y la mirada que recorre los espacios refleja en cada cosa algo de sí misma porque el puente trazado no parte de las cosas, sino que nace en el corazón y busca su destino entre luces y sombras, entre lo que se ve y lo que no se ve.       

Los momentos pasan siempre y solo nos queda la sensación de haber tenido y ya no tener, porque somos plenos cuando estamos frente a las cosas que tocamos, que miramos, que amamos. Luego, como la arena se escapa entre los dedos, así se nos van los momentos quedándonos con la esperanza de volver a atrapar el instante en que por una disciplina de la vida misma nos tocó ser felíz.      


La casa de los 1000 espejos

e dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada.
Cierto día, un perrito buscando refugio del sol logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa.
El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera.
Al terminar de subir las escaleras se topó con una puerta semi-abierta; lentamente se metió en el cuarto.
Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto había 1000 perritos más observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.
El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco.
Los 1000 perritos hicieron lo mismo.
Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos.
¡El perrito se quedó sorprendido al ver que los 1000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él!
Cuando salió del cuarto, se quedó pensando para sí mismo: “¡Qué lugar tan agradable! ¡Voy a venir más seguido a visitarlo!”
Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró entrando al mismo cuarto.
Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya que lo estaban viendo de una manera agresiva.
Posteriormente empezó a gruñir; obviamente vio cómo los 1000 perritos le gruñían a él.
Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le ladraron también.
Cuando este perrito salió del cuarto pensó: “¡Qué lugar tan horrible es éste! ¡Nunca más volveré a entrar allí!”
En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: “La casa de los 1000 espejos”.
“TODOS LOS ROSTROS DEL MUNDO SON ESPEJOS”
Decide cuál rostro llevarás por dentro, y ese será el que mostrarás.
El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás.
Las cosas mas bellas del mundo no se ven ni se tocan, solo se sienten con el corazón.
No eres responsable de la cara que tienes, eres responsable de la cara que pones.

El eco

Un hijo y su padre estaban caminando en las montañas. De repente, el hijo se cayó, se lastimó y gritó:
“AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !”.
Para su sorpresa, oyó una voz repitiendo, en algún lugar en la montaña:
“AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !”
Con curiosidad, el niño grito: “Quién eres tú?”
Recibió de respuesta: “Quién eres tú?”
Enojado con la respuesta, grito: “Cobarde!”
Recibió de respuesta:”Cobarde!”
Miró a su padre y le preguntó: “Que sucede?”
El padre sonrió y dijo: “Hijo mío, presta atención.”
Y entonces el padre gritó a la montaña: “Te admiro!”
La voz respondió: “Te admiro!”
De nuevo el hombre gritó: “Eres un campeón!”
La voz respondió: “Eres un campeón!”
El niño estaba asombrado, pero no entendía.
Luego el padre explicó: “La gente lo llama ECO, pero en realidad es la VIDA…Te devuelve todo lo que dices o haces… Nuestra vida es simplemente reflejo de nuestras acciones. Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor… Si deseas mas competitividad en tu grupo, ejercita tu competencia… Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida… La vida te dará de regreso exactamente aquello que tú le has dado.”
Tu vida no es una coincidencia… Es un reflejo de ti. Alguien dijo: “Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa lo que emites”

Yo temìa

Temía a estar solo hasta que aprendí a quererme a mí mismo.
Temí fracasar hasta que me di cuenta de que, únicamente fracaso si no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí hasta que me di cuenta de que, de todos modos opinarían de mí.
Temía que me rechazaran hasta que entendí que debía tener fe en mí mismo.
Temía al dolor hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien el comienzo.
Temía al odio hasta que me di cuenta de que no es otra cosa más que “ignorancia”.
Temía al ridículo hasta que aprendí a reírme de mí mismo.
Temía hacerme viejo hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía al pasado hasta que comprendí que no podía herirme más.
Temía a la oscuridad hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.
Temía al cambio, hasta que vi que aun la mariposa más hermosa, necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que nuestras vidas cada día tengan más vida, y si nos sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo más.

El amor

Un hombre fue a visitar a un sabio consejero y le dijo que ya no quería a su esposa y que pensaba separarse.
El sabio lo escuchó, lo miró a los ojos y solamente le dijo una palabra:
“Ámala”. -luego se calló-
Pero es que ya no siento nada por ella. “
“Ámala,” -reiteró el sabio-.
Y ante el desconcierto del visitante, después de un oportuno silencio, el viejo sabio agrego lo siguiente:
Amar es una decisión, no un sentimiento.
Amar es dedicación y entrega.
Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor.
El Amor es un ejercicio de jardinería:
Arranca lo que hace daño, prepara el terreno, siembra, sé paciente, riega, procura y cuida.
Está preparado, porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvias, más no por eso abandones tu jardín.
Ama a tu pareja, es decir, acéptala, valórala, respétala, dale afecto y ternura, admírala y compréndela.
” Eso es todo, Ámala”.
Por eso, la vida sin amor te lleva a tener estos defectos:
La inteligencia sin amor, te hace perverso.
La justicia sin amor, te hace hipócrita.
El éxito sin amor, te hace arrogante.
La riqueza sin amor, te hace avaro.
La docilidad sin amor, te hace servil.
La pobreza sin amor, te hace orgulloso.
La belleza sin amor, te hace ridículo.
La verdad sin amor te hace hiriente.
La autoridad sin amor, te hace tirano.
El trabajo sin amor, te hace esclavo.
La sencillez sin amor, te envilece.
La oración sin amor, te hace introvertido.
La ley sin amor, te esclaviza.
La política sin amor, te hace ególatra.
La fe sin amor, te hace fanático.
La cruz sin amor, se convierte en tortura.
La vida sin amor, no tiene sentido.
–• Enzo •–

Como es tu corazòn

n día, un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca. Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en él ni máculas, ni rasguños. Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto. Al verse admirado, el joven se sintió más orgulloso aún y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo lugar. De pronto, un anciano se acercó y le dijo:
- ¿Por qué dices eso, si tu corazón no es tan hermoso como el mío?
Sorprendidos, la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos, y estos habían sido reemplazados por otros que no correspondían, pues se veían bordes y aristas irregulares. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.
La mirada de la gente se sobrecogió, ¿cómo puede decir que su corazón es más hermoso? pensaron. El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado se echó a reír:
- ¿Debes estar bromeando? dijo, ¿comparar tu corazón con el mío? el mío es perfecto, en cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor.
- Es cierto, dijo el anciano. Tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo. Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual yo entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos, a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes, por los cuales me alegro, porque me recuerdan el amor que hemos compartido.
Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio, de ahí quedaron los huecos. Dar amor es arriesgado, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan en mí la esperanza, que algún día regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón. ¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?
El joven permaneció en silencio, y le empezaron a correr lágrimas por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció. El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez, arrancó un trozo del suyo, ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven. La pieza se amoldó pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes. El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.

CUando amè de verdad

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta, en el momento exacto. Entonces me relajé.
Hoy sé que eso tiene nombre: autoestima
Cuando me amé de verdad, me di cuenta que mi angustia y sufrimientos emocionales no pasan de ser una señal de que hoy voy en contra de mis verdades.
Hoy sé que eso es autenticidad.
Cuando me amé de verdad, dejé de querer que mi vida sea distinta y comencé a ver que todo lo que sucede contribuye con mi crecimiento.
Hoy, a eso le llamo madurez.
Cuando me amé de verdad comencé a ver cómo es ofensivo forzar alguna situación o a alguien sólo para realizar mis deseos, aun sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada, inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre a esto es respeto.
Cuando me amé de verdad, comencé a despojarme de todo lo que no fuera saludable. Todo y cualquier cosa que me desanimara. En principio, mi razón me llamó la atención acerca de esa actitud de egoísmo.
Hoy se que se llama amor propio.
Cuando me amé de verdad, dejé de temerle a mi tiempo libre y de hacer grandes planes. Abandoné mis proyectos a muy largo plazo. Hoy hago lo que considero correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.
Hoy se que eso es simplicidad.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y con eso cometí menos errores.
Hoy descubrí la humanidad.
Cuando me amé de verdad, dejé de revivir el pasado y de preocuparme por el futuro.
Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida realmente ocurre. Hoy vivo un día a la vez.
Eso es plenitud.
Cuando me amé de verdad entendí que mi mente puede perturbarme y decepcionarme. Pero cuando la coloco al servicio de mi corazón, se torna una enorme y valiosa aliada.
Todo eso es ¡saber vivir

Lecciòn de vida

Había un hombre que tenía cuatro hijos. Él buscaba que ellos aprendieran a no juzgar las cosas tan rápidamente; entonces los envió a cada uno por turnos a ver un árbol de peras que estaba a una gran distancia.
El primer hijo fue en el invierno, el segundo en primavera, el tercero en verano y el hijo más joven en el otoño.
Cuando todos ellos habían ido y regresado; él los llamó y juntos les pidió que describieran lo que habían visto.
El primer hijo mencionó que el árbol era horrible, doblado y retorcido.
El segundo dijo que no, que estaba cubierto con brotes verdes y lleno de promesas.
El tercer hijo no estuvo de acuerdo, el dijo que estaba cargado de flores, que tenía aroma muy dulce y se veía muy hermoso, era la cosa más llena de gracia que jamás había visto.
El último de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos, el dijo que estaba maduro y marchitándose de tanto fruto, lleno de vida y satisfacción.
Entonces el hombre les explicó a sus hijos que todos tenían la razón, porque ellos sólo habían visto una de las estaciones de la vida del árbol.
El les dijo a todos que no deben de juzgar a un árbol, o a una persona, por sólo ver una de sus temporadas, y que la esencia de lo que son, el placer, regocijo y amor que viene con la vida puede ser sólo medida al final, cuando todas las estaciones han pasado.
Si tú te das por vencido en el invierno, habrás perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano y la satisfacción del otoño.
Moraleja:
No dejes que el dolor de alguna estación destruya la dicha del resto.
No juzgues la vida por sólo una estación difícil.
Persevera a través de las dificultades y malas rachas… mejores tiempos, seguramente, vienen por delante.

El desafìo del trigo

Un día un viejo campesino fue a ver a Dios y le dijo: “Mira, tú puedes ser muy Dios y puedes haber creado el mundo, pero hay una cosa que tengo que decirte:
“No eres un campesino, no conoces ni siquiera el principio de la agricultura. Tienes algo que aprender”.
-Dios dijo: ¿Cuál es tu consejo?.
El granjero le respondió: “Dame un año y déjame que las cosas se hagan como yo quiero y veamos que pasa. La pobreza no existirá más.
Dios aceptó y le concedió al campesino un año. Naturalmente éste pidió lo mejor y sólo lo mejor… ni tormentas, ni ventarrones, ni peligros para el grano. Todo confortable y cómodo… y él era muy feliz.
El trigo crecía altísimo. Cuando quería sol… había sol; cuando quería lluvia… había tanta lluvia como hiciera falta. Ese año todo fue perfecto, ¡matemáticamente perfecto!.
El trigo crecía tan alto que el granjero fue a ver a Dios y le dijo: “¡Mira!, esta vez tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en 10 años, aun así tendremos comida suficiente”.
Pero hubo un problema…
Cuando se recogieron los granos todos estaban vacíos. El granjero se sorprendió y le preguntó a Dios: “¿Qué pasó?, ¿qué error hubo?.
Ante tal inquietud Dios le respondió: “Como no hubo desafío, no hubo conflicto, ni fricción, como tu evitaste todo lo que era malo, el trigo se volvió impotente.
Un poco de lucha es imprescindible. Las tormentas, los truenos, los relámpagos, son necesarios, porque sacuden el alma dentro del trigo”.
La noche es tan necesaria como el día y los días de tristeza son tan esenciales como los días de felicidad. A esto se le llama lucha y esfuerzo.
Entendiendo este secreto descubrirás cuan grande es la belleza de la vida, cuánta riqueza llueve sobre ti en todo momento, dejando de sentirte miserable porque las cosas no van de acuerdo con tus deseos

Vive y se feliz a pesar de toDO

Desde chico vi como pasaba la vida delante de mis ojos, y no se porque, pero siempre me tome esos minutos para analizarla. Verdaderamente muchas veces no entendía los porque, y hoy en día tampoco no los entiendo, pero al menos sigo deteniéndome a verlos.
La gran mayoría de las veces me puso triste tener que ver cosas que no eran de agrado, al menos, para mí. Y aprendí que en eso es donde no hay que detenerse. Mucha gente piensa que tiene grandes problemas, algunos dirán que hasta infinitos problemas, y se que cuando se “solucionan” algunos, aparecen otros. He puesto “solucionan” entre comillas, porque me parece que esa no es la palabra correcta. Esto es igual que las estrellas que tienen millones de años luz, lo que significa que aunque se apaguen, las seguiremos viendo. Con los problemas quizás sea igual, pensemos por un momento, en un problema pasado, no creo que sea difícil, cada dos por tres tenemos algún problema, y mientras lo tenemos, se nos hace eterno, pero luego…solucionado o no, ya es un problema pasado en el cual no hay que centrase mas, y tampoco seguirlo mirando, pues ya no esta…pero que lo sigamos teniendo presente para nuestro futuro, y así tratar de no cometer los mismos errores.
Alguna vez leí por ahí una frase que dice “Los tiempos felices en la humanidad son las páginas vacías de la historia”, y tristemente tiene razón…lo pensaron alguna vez? Pues a eso voy, debemos cambiar nosotros mismos, para recién pensar y pretender algo mejor para todos.
Podría pasarme horas y horas escribiendo sobre el tema, así que esto es solo como una pequeña opinión, y recuerden que el disfrute de una vida sin sentido los lleva al olvido o los despeja del camino pero pueden caer en el vacío, la vida no es solo lagrimas, oscuridad y mal estar…hay que vivir por algo, por algo que encuentres sentido, un camino y ningún vacío.

REFLEXIONA

¿Y si en realidad el tiempo no lo pudiese todo, si no fuese tan cierto que las cosas con el pasar de los días se van olvidando, o las heridas no se van cerrando, cuantas cosas cambiarían?
Porque es muy fácil pensar que con solo dejar pasar los días, meses o años las cosas se solucionan, y lo peor es que uno se auto convence, y se cree un superado, alguien que tuvo la suerte de superar un dolor y sobreponerse, y se vuelve a sentir fuerte…
Sin embargo, un buen día, quizá el menos pensado, todo el castillo que creías tan sólido comienza a temblar, porque te encuentras de nuevo cara a cara con el dolor, con ese sentimiento tan helado y tan dormido del que ya casi ni te acordabas, y que, muy a pesar de todo, sigue ahí, y comienza a despertarse con todas las fuerzas acumuladas por el tiempo en que estuvo inactivo y quiere salir, quiere gritar que está vivo y que va a dar pelea, por que la RAZÓN piensa:
¡Otra vez no! ¿o acaso no te acuerdas el tiempo que te costó volver a ponerte en pie?, ¿o no te acuerdas de esas noche sin dormir, de esos desvelos y angustias, de tus días vacíos, de tus noches sin estrellas?
¿Quieres realmente volver a vivir todo eso, o ahora que ya estas de pie no sería mejor que anduvieras por otros caminos? Porque, sinceramente, amores no te faltan, tienes la capacidad de enamorar a quien quieras, y te vas a hacer problema por un hombre/una mujer que, en realidad, no sabes si te quiere, no sabes si te engaña?…
¡Piensa! ¡no te equivoques! Una vez creíste tocar el cielo con las manos y en un instante descendiste al más profundo de los infiernos, ¿crees que vale la pena?
Haz lo que te digo, no existen los amores eternos, y seguramente, todo eso lo único que te va a hacer es ilusionarte y volverte a lastimar
Y se hace un silencio eterno…
El CORAZÓN, aturdido por las palabras de la RAZÓN, se queda sin aliento, pero después de un rato de pensar, donde la RAZÓN ya creía tener ganada la partida, el CORAZÓN replica:
No sé si tus palabras son del todo ciertas, pero sí sé que no son tampoco del todo equivocadas: no es lo mismo pensar que sentir, no es lo mismo razonar que hacer las cosas impulsivamente, porque los que piensan son aquellos que nunca se arriesgan, y pobre de aquel que no esté dispuesto una vez en su vida a perderlo todo por la persona que ama, pobre de aquel que no está dispuesto a olvidar, porque nunca será perdonado, pobre de aquel que es tan ciego y vacío, que no es capaz de dejar de lado todas las trivialidades de la vida por amor… Pobre de quien teniendo en frente el amor de su vida, no es capaz de quitarse la careta y sentir…
Porque el amor no sólo es alegría, no solo es paz y ternura, el amor es también dolor y lágrimas, es angustia y desvelo, es muchas cosas, pero bueno… la verdad es que no sé qué pesa más, si la RAZÓN o el CORAZÓN.
Lo que si sé es que si uno no siente se transforma simplemente en una roca, una cosa que no es capaz de demostrar cariño y confianza, un cuerpo sin alma.
Por eso creo que uno debe jugarse por lo que siente… le puede salir bien o mal, puede equivocarse o vivir el resto de su vida con la persona que ama… lo que sí es cierto es que jamás perdonaría a alguien que por rencor o desconsuelo no sea capaz de tomar a la persona que ama, y gritarle a todo el mundo que por ella daría la vida…
Y, por último, otra cosa que tengo bien clara, es que el que se enamora soy yo, y el amor se siente con el CORAZÓN, no con la CABEZA“.
Se hizo el silencio… y, sin mediar palabra, el CORAZÓN, decidió tomar el camino correcto… y fue tras el amor…